jueves, 14 de marzo de 2013

(VIC) Co-Housing

CO-housing

Por Borja Izaola:


Es un tipo de vivienda colaborativa que facilita el sentido de comunidad de sus residentes, mediante redes de apoyo mutuo. Las personas residentes suelen ser propietarias de sus viviendas particulares y compartir objetivos económicos, medioambientales y sociales a un nivel muy doméstico y práctico. Equilibra las ventajas clásicas de la propiedad privada (emancipación, customización, autogestión, autorreferencia) con los beneficios de los equipamientos y espacios compartidos (dimensionamiento optimizado, eficacia de uso y mantenimiento) y las relaciones vecinales estrechas (corresponsabilidad, redes de confianza). Tiene un enorme potencial sostenible por su fácil accesibilidad, la claridad de las intenciones colectivas y la diversidad individual.
Nació en Escandinavia hace 30 años, derivada de tradiciones históricas locales de vivienda colectiva. El arquitecto Jan Gudmand-Høyer creó una versión actualizada del tradicional modelo “Kollektiv” en los años 70, que llamó “Bofællesskab” o “comunidad vivencial.” En los 80, los arquitectos californianos Kathryn McCamant y Charles Durrett introdujeron el modelo en USA y los difundieron por américa y UK. La traducción “cohousing” es suya. En Dinamarca es un modelo muy extendido en la actualidad, con un 10% del total del parque de viviendas bajo el modelo “Andel” de cooperativas de cesión de uso.
Por un lado, reacciona contra la característica principal que las instituciones sociales pretendían preservar (cohesión social) y, por haber cedido a leyes de mercado, se ha convertido en su principal carencia, que se evidencia en el mecanismo de parcelación urbanística, especialmente en las áreas de baja densidad. El patrón de vivienda que ha prevalecido se justifica en un tipo de familia nuclear “independiente” (Hasell & Scanzoni, 1997), idealizado en la vivienda unifamiliar acesible en vehículo, rodeada por un césped, vallas y calles anchas que no buscan la interacción entre vecinos, sino la conservación de la propiedad privada adquirida en el mercado. La cohesión social en cohousing nace de la inclusión, no de la segregación.
El cohousing bebe de una serie de principios y propuestas alternativas anteriores:
Da respuesta a la “la sed de comunidad” actual e histórica (Margaret Mead analizó que el 99% de la historia humana las personas han vivido en grupos de entre 12 y 36 personas), que se muestra hoy en dia en las nuevas tribus y comunidades urbanas y neorurales (Utne, 1993). En este sentido, aunque se tiende a pensar que la comunidad queda definida sólo por las creencias compartidas por un grupo de personas, una definición más amplia puede ser incluir su lugar compartido: “Comunidad es un grupo de personas que ocupan un territorio común en el que establecen de manera participada sus reglas y costumbres” (Spreitzer, 1992).
Introduce el concepto de corresponsabilidad (Scanzoni, 2000, Peck, 1993). La calidad de las relaciones sociales queda expresada a través de una serie de interacciones, interdependencias, colaboraciones, proyectos comunes, toma de decisiones participadas y mantenimiento y gestión compartida (Fromm, 1991; Shaffer & Anundsen, 1993).

El vecindario del cohousing se compromete a diseñar de manera participativa todos sus procesos definitorios, enriqueciendo así a las “comunidades intencionales”, que se definen como “grupos de personas que eligen convivir con propósitos comunes, trabajo colaborativo y un estilo de vida que refleja sus valores centrales” (Questenberry, 1995). Estas comunidades varían entre las muy ideologizadas y las puramente pragmáticas, cada una con su conjunto de normas y estilos de liderazgo. Pero todas ellas comparten objetivos ecológicos y humanistas entre los cuales la experiencia comunitaria es central (Kozeny, 1993). En ellas, la acción social es el instrumento que genera sentido y propósito colectivo, y define el estilo propio. La comunidad es una estrategia de interrelaciones y posicionamiento ante el contexto mayor. Las necesidades individuales se respetan a través de una estructura basada en la equidad y el consenso. En cohousing, el respeto y la opción por la diversidad de compromisos individuales, es aún más fundamental, dotando al lugar, tanto o más que a la opción social, de su carácter definitorio.
El diseño en cohousing tiene dimensiones sociales, físicas y procedimentales. Lo social es
intencional, democrático y mutuo. Lo físico es sostenible e interrelacional. Los procesos son participativos y autogestionados. El resultado es una comunidad donde las aspiraciones de estilo de vida de l*s residentes, en su diversidad, están estrechamente adecuadas al entorno construido y natural; por lo cual el diseño participativo es un elemento fundamental del cohousing.

En teoría de cohousing se marcan una serie de normas de diseño llamadas “diseño para el contacto social” (Fromm, 1991), o “diseño para facilitar la comunidad” (Durrett, 2000). Estos principios de diseño que buscan desarrollar la propincuidad entre los residentes. Sinónimos de propincuidad son “cercanía”, “proximidad”, “inmediación”, “contiguidad”. La palabra tiene un sentido afectivo e imitativo por simple contacto de vecindad; es decir, representa el acompasamiento de estilo resultado del cruce frecuente entre personas; incluye rasgos de atracción y deseo de colaboración, materializable a escala inmediata, doméstica, vecinal.
Entre otros rasgos de diseño para el contacto social están la (relativamente alta) densidad de vivienda, los equipamientos comunes (lavandería, salón-cocina-comedor, porches o galerías conectados, aparcamiento periférico, etc), todos ellos con el objetivo de fortalecer la interacción social y con ello, la comunidad, es decir, desarrollar propincuidad. Algunos rasgos, pues, los comparte con el “nuevo urbanismo”. Pero la acción en el cohousing va más allá de la construcción física de la comunidad según códigos preestablecidos; con actividades que involucran la proactividad de cada vecin*. En esto se acerca de nuevo a las comunidades intencionales, en que buscan crear un estilo de vida colectivo cooperando y contribuyendo a diario en las decisiones comunitarias, que terminan actuando de apoyo entre residentes.
La participación vecinal de un cohousing es voluntaria y depende de las habilidades de cada individuo y de su grado de compromiso. La participación comienza antes de la fase de diseño, cuando el grupo de vecin*s comienza a tomar forma; y continúa a lo largo de la vida de la comunidad. La colaboración entre vecin*s es esencial para que evolucione, especialmente durante las fases previa y de diseño. Cuánto duran estas fases es muestra del compromiso vecinal y de los recursos que ponen al servicio de la cohesión como comunidad. En estas fases sucede el cambio del pensamiento individual al pensamiento colectivo. Si esto sucede de modo continuo, surgen oportunidades para que l*s vecin*s desarrollen sus habilidades de comunicación y sus estrategias para la toma de decisiones, de las que harán uso en el futuro, para mantener la comunidad. (McCamant & Durrett, 1994; Olson, 1992). Pasando continuamente del pensar al hacer, los objetivos comunitarios se actualizan y se resuelven los ajustes sociales y materiales que van surgiendo a diario.
Para simplificar y mostrar la flexibilidad del modelo de cohousing, McCamant & Durrett (1994), reduce las características comunes del cohousing a 4, siendo ninguna exclusiva y requiriéndose una combinación ad hoc de las cuatro:
· Procesos participativos durante la formación, diseño y desarrollo de la comunidad.
· Diseño intencional de cada vecin*, según los principios del diseño para la acción social, es decir, provoncando propincuidad.
· Numerosos equipamientos comunes: para aportar soluciones colectivas prácticas y facilitar objetivos sociales.
· Completa gestión y soberanía vecinal, corresponsables del mantenimiento de la
comunidad.
A estas 4, suele añadir otras dos, más dependientes de cada concreta comunidad:
· Una estructura horizontal, no jerárquica en la que l*s vecin*s toman distintos liderazgos para lograr distintas metas, manteniendo el mayor número de acciones y decisiones en la comunidad.
· Ingresos y recursos separados, es decir, autonomía económica de l*s vecin*s, no dependiente de las finanzas comunitarias, generadas internamente.
En la actualidad en la península hay numerosas iniciativas similares, desde las que optan por el modelo Andel, como las de Sostre Civic en Cataluña, hasta las más espontáneas en regímenes de okupación rural, como en el pirineo navarro; u otras mixtas como las promovidas por las Cooperativas Integrales. A nivel privado, autopromovido, hay numerosas experiencias en la cornisa cantábrica, desde los de Housekideak, Auzolan, Etxekoop y de Hondartzan en Euskadi, los de Alendar en Cantabria o los de las Merindades burgalesas; hasta otros conceptos más amplios de la red de ecoaldeas, especialmente en Castilla y Extremadura. En Andalucía y Levante hay numerosos focos centrados en actividades de autogestión del espacio público urbano.


Agradecemos a Borja Izaola este interesante artículo que profundiza en co-housing, sus dimensiones y sus fortalezas que ha escrito en el Vivero de Iniciativas Ciudadanas. Si tienes sugerencias o textos que quieres publicar sobre las diferentes iniciativas ciudadanas no dudes en compartirlo con toda la red del vivero.

(VIC) Vivero de Iniciativas Ciudadanas

http://viveroiniciativasciudadanas.net/category/herramientas/

Aire de Madrid

http://intheair.es/index.html

CONTAMINACIÓN EN MADRID

Contaminación en Madrid

This is Madrid Now!

This is Madrid Now!

CIUDAD EN TIEMPO REAL_by Bernardo Gutiérrez

http://blogs.20minutos.es/codigo-abierto/2012/09/19/ciudad-en-tiempo-real/

 

Ciudad en tiempo real

19 septiembre 2012


La ciudad como un conjunto inconexo de fotografías. La ciudad como un flujo de imágenes distribuidas, geolocalizadas, compartidas. Tu ciudad como una suma de miradas subjetivas. El funcionamiento del proyecto This is Now es simple: presenta en tiempo real las fotos realizadas en la red social móvil Instagram que contengan geolocalización. São Paulo, por ejemplo, a las 07.19.02 Pm del pasado lunes, configuraba la imagen que abre esta entrada. This is Now, del estudio australiano LexicalLab, recopila información en tiempo real de ciudades como Nueva York, Los Ángeles, Madrid, São Paulo, Londres, Sydney o Tokyo, entre otras. Y prueba que estamos asistiendo al nacimiento de una ciudad en tiempo real construida en red alrededor de la no jerarquía. Una ciudad con nuevas capas de información, de datos compartidos, de nuevas relaciones humanas. Las ciudades ya son, como afirma la socióloga Mimi Sheller, “flujos de personas, vehículos e información”.
This is now no es el único proyecto que crea una nueva piel digital informativa sobre ciudades físicas. El proyecto Stweet, del estudio We Love the net, superpone mensajes de Twitter geolocalizados sobre imágenes de Google Street Map. Más disruptivo y libertario es el proyecto Canal Motoboy, que el artista catalán Antoni Abad lanzó en São Paulo: un canal informativo en tiempo real realizado por los populares motoboys (mensajeros). El canal incluye noticias, vídeos, la situación del tráfico de muchas calles. Y compite con ‘inteligencia colectiva’ contra los medios de comunicación clásicos. Aquel periódico de Hong Kong que despidió a algunos fotógrafos y entregó cámaras a los ágiles pizzeros de la ciudad (explicado en el Manifiesto posfotográfico de Joan Fontcuberta) entendió algo del nuevo paradigma del real time. Los viejos medios, casi nada: siguen queriendo llegar primero.
Propongo una remezcla. El ingrediente primero sería el concepto de media building (edificio informativo) de Paul Virilio, “un edificio que alberga más información que viviendas”, como metáfora de la nueva ciudad. Segundo: la ciudad distribuida propuesta por el urbanista brasileño Caio Vassão, una ciudad sin centro ni periferia, con una topología de red distribuida y nodos interconectados. La resultado sería una ciudad no centralizada, con nuevas capas de información ciudadana y nuevas interacciones en red. Una especie de ciudad transmedia que incumbe por partes iguales a medios de comunicación y a instituciones urbanas.

BCNoids Reel from enrique soriano on Vimeo.
Para entender esta ciudad transmedia, distribuida, informativa y en tiempo real tenemos que hablar de una nueva ecuación: datos abiertos y visualizaciones. En este blog ya he citado algunos proyectos de visualizaciones en Gran Bretaña (bicicletas y taxis de Londres, tráfico aéreo) o el Ville Vivante (llamadas móviles de Ginebra). El investigador Fran Castillo, en la web del estudio Complexitys, repasa algunos proyectos que visualizan datos ciudadanos de esta nueva e inspiradora real time city. Cita casos como el BCNoids Reel (visualización del uso de las bicicletas alquiladas en Barcelona) o el Live Singapore (realizado por el Senseable City Lab del MIT para visualizar en tiempo real Singapur). Visualizaciones dinámicas de nuevos sistemas complejos conformados por los ciudadanos, gracias a la tecnología móvil, al movimiento open source y a las nuevas herramientas digitales. La exploración de nuevas formas, códigos y lenguajes de las visualizaciones, como destaca Fran Castillo, “nos permiten imaginar nuevos paisajes, máquinas constructoras, que generan nuevos territorios emergentes”. Además, matiza Fran, los datos son la “llave de un nuevo empoderamiento ciudadano”. Un empoderamiento ciudadano que cuestiona el control vertical de medios e instituciones sobre las urbes, sobre la sociedad.
Uno de los mejores inventarios sobre esta incipiente ciudad en tiempo real es el catálogo Habitar. Redibujar el entramado urbano que el periodista, comisario e investigador José Luis de Vicente, preparó para el Laboral Centro de Arte de Gijón. En él aparecen proyectos como Visualizando el tráfico de Lisboa, In the Air (que mide la contaminación del aire gracias a sensores ciudadanos) o el Sentient City Survival Kit (que explora las implicaciones sociales, culturales y políticas de la computación ubicua). Pero lo más interesante de Habitar son algunas de las reflexiones de los autores invitados. El británico Usman Haque piensa en crear ciudades participativas con las mismas reglas del diseño de plataformas web. La arquitecta Molly Wright, en su texto Urban software: the long view, teje ideas alrededor del “nuestros cuerpos son el hardware, nuestro comportamiento, el software”. La ciudad, en definitiva, como un conjunto de edificios de información, como una red de cuerpos que conforman un hardware que facilita nuevos softwares/procesos compartidos.

San Francisco. ‘Locals and tourists’, por Eric Fischer.
Y aquí llegamos a otras perspectivas, a otras preguntas. ¿Cómo coagulará esta instantaneidad en la memoria? ¿Cómo será recordada esta vertiginosa ciudad en tiempo real? ¿Servirán para algo las hemerotecas de los periódicos? Los antropólogos Alberto Corsin y Adolfo Estalella, en su ensayo The city as archive, hardware, method, abordan las asambleas de barrio del movimiento 15M español – reuniones en espacio público, procesos de diálogo colectivo, información compartida en redes – con un ángulo interesante. Las asambleas conformarían un nuevo hardware, un suelo común, un método, sobre el que se basa la nueva ciudad en tiempo real. Las asambleas – ese hardware – serán un archivo vivo en red. El proyecto Personal Positioning System (PPS), del Near Future Laboratory, mencionado en el catálogo de Laboral, es otro caso de posinstantaneidad: crea mapas dinámicos sobre la posición de un persona, una verdadera cartografía del flujo del yo.
La arqueología de la ciudad en tiempo real tendrá que ver con las personas, no tanto con los objetos. Estará compuesta de procesos compartidos, no de las normas legales que rigen (prohibiendo) las ciudades. Será aqueología hecha de información en red, no un conjunto de noticias verticales. Se parecerá a los mapas sociales que Eric Fischer compone con fotografías geolocalizadas en Flickr. O al proyecto A more perfect Union, de Luke Dubois, en el que las ciudades llevan el nombre de la palabra más repetida en redes sociales en ese espacio. La ciudad en tiempo real será un arqueología moldeada por todos, un espacio que fue construido para ser habitado, una suma de wikicalles, de wikiplazas, basado en relaciones humanas.
La ciudad en tiempo real será una arqueología de redes o no será.
Mi web: bernardogutierrez.es Fundador de la red futuramedia.net En Twitter soy @bernardosampa